jueves, 18 de octubre de 2007

Greenpeace descubre fugas de cesio radiactivo de Acerinox en el río Tinto.

Greenpeace ha descubierto fugas del isótopo radiactivo cesio-137 procedentes de las más de 7.000 toneladas de material contaminado radiactivamente por el accidente de Acerinox en 1998 al río Tinto, concretamente en las marismas de Huelva, a escasos centenares de metros de la capital onubense.
En declaraciones a los periodistas en la capital onubense, el responsable de la campaña de energía nuclear de la organización, Carlos Bravo, precisó que ese material radiactivo se enterró de forma incontrolada en el denominado Centro de Recuperación de Inertes (CRI) nº9, ubicado en las Marismas de Mendaña.
El hallazgo de estas fugas ha sido posible gracias a la presencia en Huelva de un grupo de expertos internacionales en materia de protección radiológica pertenecientes a la organización ecologista, que a instancias de Greenpeace España se han reunido desde el pasado lunes en Huelva para analizar la problemática de la contaminación radiactiva que sufren las marismas de los ríos Tinto y Odiel.
Según explicó Bravo, mediante el uso de equipos especializados de medición de la radiactividad, este grupo ha descubierto la vía de escape de este material que a través de filtraciones del terreno, se está incorporando a las aguas de un afluente (estero) de la Rivera de la Nicoba, que poco después confluye en el río Tinto.
Bravo explicó que el cesio-137 es un elemento radiactivo altamente peligroso, cuyos perniciosos efectos para la salud son sobradamente conocidos y especificó que se trata de un isótopo artificial que no se encuentra en la naturaleza.
Greenpeace acusa al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y a la Junta de Andalucía de haber actuado de forma "altamente irresponsable" al verter esos residuos de forma incontrolada y, con ello, haber provocado un grave problema de contaminación radiactiva por cesio-137 en las aguas del río Tinto.
Además se pregunta en qué se han invertido los 3 millones de euros que en 2001 Acerinox se vio obligada a pagar a EGMASA, empresa pública dependiente de la Junta de Andalucía, en quien recayó la responsabilidad de poner en marcha un Plan de Vigilancia en la zona.
"La decisión de enterrarlos de forma descontrolada se ha demostrado claramente errónea y peligrosa para la salud pública y el medio ambiente, y desde luego la gestión de la empresa EGMASA y la supuesta supervisión del CSN han fracasado estrepitosamente", dijo.
Por último, informó de que la organización está estudiando en estos momentos posibles actuaciones legales con el fin de que se depuren responsabilidades en este asunto e indicó que se están analizando muestras de agua y lodo para conocer en qué medida están influyendo esas filtraciones en el medio natural.
Fuente: EFE.

No hay comentarios: