martes, 22 de mayo de 2007

Cambio Climático (VI): No es nuestra prioridad

Xavier Sala i Martín - La Vanguardia, 1 de Mayo de 2007

Al Gore afirma que evitar el cambio climático (CC) no es una cuestión de política sino de moral. Es nuestra obligación ética, dice, dejar a nuestros hijos un planeta mejor.

La utilización de conceptos de moral y ética en el debate sobre el CC indica que algunos analizan el problema del calentamiento global no tanto desde la ciencia como desde la religión. En un discurso pronunciado en la universidad en California, Michael Chrichton equiparó al movimiento ecologista con una nueva religión ya que hablaba de la irrupción del hombre en el paraíso terrenal con un pecado original contaminador llamado revolución industrial y que prometía la salvación eterna si se cumplían los mandamientos revelados en Kyoto. A mi también me da la impresión que algunos radicales del CC apuntan tics sacerdotales. Pero, a diferencia de Chrichton, no lo digo por el contenido de sus ideas sino por la forma cómo las defienden que a menudo recuerda a los tribunales de la Santa Inquisición. Por ejemplo, antes de siquiera entrar en debate, acusan a los que discrepan de estar al servicio, no del demonio, sino de Exxon (que me parece que es mucho peor) o de ser neocones pagados por el satánico Bush. Llaman negacionistas a los que no comulgan con sus ideas equiparándolos con los nazis que niegan el holocausto. Exigen censura a los medios de comunicación para acallar a los que se desvían del catecismo oficial. Piden que se silencie a los ignorantes que no tengan un título de física, aunque el debate sea más un tema de estadística y economía que de climatología. Culpan a los sacrílegos de querer destruir el planeta e incluso los denuncian por no amar a sus hijos. Y claro, todo esto lo hacen sin aportar pruebas, porque los poseedores de la verdad absoluta nunca han necesitado pruebas para condenar al hereje a la pira purificadora. Les basta con hablar, como Torquemada, desde una supuesta superioridad moral.

Cambio climático (V): Entre unos y otros

Xavier Sala i Martín - La Vanguardia, 17 de Abril de 2007

En el debate sobre el cambio climático hay tres tipos de actores: en un extremo está una minoría que niega la evidencia científica del calentamiento global. En el otro extremo está una gran cantidad de gente que exagera los hechos científicos demostrados, que toma las predicciones basadas en modelos poco fiables como si fueran verdades inapelables, que atemoriza a la población augurando cataclismos varios, que insulta y desacredita a los discrepantes y que, después de cada tormenta, demanda irreflexivamente la implementación del protocolo de Kyoto. Y a mitad de camino entre unos y otros existe gente que intenta analizar el problema racionalmente, separando lo que dicen realmente los informes científicos de la propaganda y, sobre todo, intenta utilizar el sentido común para diseñar políticas adecuadas. Es precisamente cuando el planeta se calienta que hay que mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por el pánico o por la histeria de los extremistas.

En mi último artículo expliqué que los enormes gastos que comportaría la implementación directa del protocolo de Kyoto no compensan los reducidos beneficios que obtendremos dentro de 100 años. ¿Quiere decir eso que no debemos hacer nada? No necesariamente. Lo que sí quiere decir es que (a) debemos invertir en cosas más productivas y (b) si decidimos reducir emisiones, debemos hacerlo de la manera más barata posible.