sábado, 28 de abril de 2007

Cambio Climático (IV): El Tipo de Interés

Xavier Sala i Martín - La Vanguardia, 11 de Abril de 2007

Imaginen que una constructora les enseña un estudio que demuestra que su casa se va a derrumbar dentro de 100 años y les hace una oferta: ustedes y sus descendientes pagarán 3.000 euros al año durante un siglo; a cambio, la empresa irá haciendo obras para evitar reconstruir la casa dentro de 100 años, cosa que tendría un coste estimado de medio millón de euros. ¿Piensan que es una buena oferta?
La respuesta es… ¡depende de los tipos de interés! Fíjense que la constructora les está proponiendo ahorrar 3.000 al año durante 100 años a cambio de una casa valorada en unos 500.000 euros dentro de un siglo. Para saber si la oferta es buena, deben pensar cuánto dinero tendrían sus hijos si, en lugar de aceptarla, ustedes depositan los 3.000 euros anuales en un fondo de inversión. Si el tipo de interés de ese fondo es cero, dentro de 100 años sólo habrá 300.000 euros en la cuenta. Como la constructora les ofrece una casa valorada en 500.000, la oferta es atractiva. Pero si, como es más realista, la tasa de retorno es de, digamos, un 6%, entonces invirtiendo 3.000 euros al año sus descendientes tendrán más de 18 millones en su fondo de inversión. En este caso, la propuesta de la constructora es un mal negocio y sólo sería atractiva sólo si una casa en 2100 costara 18 millones de euros.

Cambio Climático (III): A La Vuelta de la Esquina

Xavier Sala i Martín - La Vanguardia, 17 Marzo 2007

A finales del siglo XIX, la humanidad se enfrentaba a un serio problema medioambiental: el estiércol. La población urbana se disparaba y, dado que el medio de transporte principal eran los coches de caballos, los excrementos se acumulaban peligrosamente en la ciudad causando hedor, enfermedades respiratorias y fiebres tifoideas. Los sabios, que proyectaban una explosión demográfica a lo largo del siglo XX, predijeron una crisis ecológica sin precedentes.
Han pasado cien años y el miedo a morir sepultados por boñigas ecuestres se ha evaporado. Los que no han desaparecido son los augures de la desgracia. Es como si tuvieran su propia ley de la termodinámica: ellos ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman. En su actual encarnación, los catastrofistas (cuyo exponente más conocido es el actor Al Gore) nos dicen que el planeta se calentará tanto que el nivel del mar subirá 7 metros provocando inundaciones masivas y hecatombes varias.

Cambio Climático (II): Mezclar Ciencia y Política

Xavier Sala i Martín - La Vanguardia, 10 Marzo 2007

¿Recuerdan aquello de que el siglo XX ha sido el más cálido del último milenio, la década de los noventa la más cálida del siglo XX y el año 1998 el más cálido de la década? Esa fue la frase estrella del informe del Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU en 2001, la frase que hizo cambiar el debate sobre el calentamiento global. Ocupaba un puesto preeminente en la primera página del informe e iba acompañada de un gráfico que mostraba unas temperaturas extremadamente estables entre los años 1000 y 1900, que luego se disparaban hasta llegar al máximo en el 2000. Era la prueba definitiva de que el siglo XX era anormal y, por lo tanto, de que el calentamiento estaba causado por el hombre.
La frase, repetida millones de veces durante cinco años, se utilizó para desacreditar a los herejes que habían osado decir que las temperaturas podían estar mostrando una recuperación natural después de la pequeña glaciación medieval. Al no mostrar ninguna glaciación medieval, el gráfico era convincente y demoledor, aunque tenía un pequeño defecto: ¡era mentira!

Cambio Climático (I): Una Verdad Incómoda

Xavier Sala i Martín - La Vanguardia, 17 Febrero 2007

Leo con estupor que el gobierno acaba de contratar a Michael Moore como asesor en temas de terrorismo y se ha comprometido a hacer llegar a todos los colegios españoles su película Fahrenheit 9/11.
¿O era Al Gore para temas de CC (o cambio climático)? Bien, Moore, Gore, para el caso es lo mismo: ambos se dedican a hacer cinematografía propagandística con una preocupante falta de respeto por la verdad. En el caso del ex vicepresidente, su lucrativa cruzada político-climática le ha llevado a protagonizar Una Verdad Incómoda, una película bien hecha, dramática y a veces estremecedora, pero con un pequeño inconveniente: está plagada de mentiras incómodas.